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Evidencias digitales en procesos penales: errores en informes policiales y cómo rebatirlos

Evidencias digitales

Las evidencias digitales han adquirido un papel clave en los procesos penales. Desde correos electrónicos hasta registros de actividad en dispositivos electrónicos, estas pruebas pueden determinar el desenlace de un juicio. Sin embargo, la recolección y análisis de evidencias digitales no siempre es infalible. Errores en los informes policiales pueden comprometer su validez, abriendo la posibilidad de rebatirlos.

En este artículo analizaremos los errores más comunes en informes periciales de la Policía Judicial, los métodos técnicos para desmontarlos y ejemplos de casos donde la defensa ha logrado invalidar pruebas digitales.

 Errores en las periciales de la Policía Judicial

Los informes periciales elaborados por cuerpos policiales pueden contener fallos metodológicos que afectan la integridad de la evidencia digital. Algunos de los errores más comunes incluyen:

1.- Deficiencias en la cadena de custodia

  • Falta de documentación detallada sobre la recolección, almacenamiento y manipulación de la evidencia digital.
  • Accesos no autorizados o no registrados, lo que compromete la autenticidad de la prueba.
  • Riesgo de alteraciones accidentales debido a procedimientos inadecuados en la preservación de la evidencia.
  • Ausencia de una copia de control (hash o imagen forense), lo que impide verificar si la prueba ha sido modificada o manipulada.
  • Sin prueba de contraste, la manipulación puede ser total.

Cómo rebatirlo: Solicitar la trazabilidad completa de la prueba. Si existen lagunas en la documentación, la evidencia puede considerarse inválida o poco fiable.

2.- Uso de herramientas forenses no certificadas

  • Empleo de software sin validación en el ámbito judicial.
  • Falta de reproducibilidad de los resultados obtenidos.
  • Manipulación inadecuada de datos sin respaldo técnico.

Cómo rebatirlo: Exigir información sobre la herramienta utilizada y verificar si está reconocida por estándares internacionales (como NIST o ISO/IEC 27037).

3.- Falsos positivos y atribuciones incorrectas

  • Asociación errónea de direcciones IP con la identidad de un acusado.
  • Relación incorrecta de archivos encontrados con actividades delictivas.
  • Detección de software ilícito sin pruebas concluyentes de su uso.

Cómo rebatirlo: Demostrar que una IP no identifica a una persona de manera inequívoca. Analizar si existen explicaciones alternativas para la presencia de determinados archivos en un dispositivo.

4.- Manipulación de pruebas digitales

  • Posibilidad de alteración de registros antes del peritaje.
  • Falta de medidas para evitar modificaciones accidentales.
  • Análisis de archivos sin verificar su autenticidad.

Cómo rebatirlo: Solicitar la comparación con valores hash originales. Si los datos han cambiado, la prueba puede haber sido alterada y, por tanto, impugnada.

Métodos técnicos para desmontar informes de evidencias digitales en procesos penales

Para impugnar un informe pericial con errores, es fundamental aplicar metodologías de análisis forense que permitan detectar fallos en la obtención y tratamiento de la prueba. Algunas estrategias incluyen:

Análisis de la cadena de custodia

  • Verificación de los registros de acceso a la evidencia.
  • Detección de inconsistencias en la documentación del manejo de la prueba.
  • Revisión de la seguridad en los medios de almacenamiento empleados.

Revisión de herramientas y metodologías empleadas

  • Evaluar si se han seguido protocolos forenses aceptados a nivel internacional.
  • Comparar los resultados obtenidos con los de herramientas certificadas.
  • Determinar si el software empleado tiene un margen de error documentado.

Análisis independiente de la evidencia

  • Realizar una pericial informática contradictoria.
  • Aplicar técnicas de auditoría digital para comprobar la fiabilidad de la prueba.
  • Determinar si los datos analizados podrían haber sido manipulados o alterados.

Casos reales donde la defensa ha invalidado pruebas digitales

Existen ejemplos donde las defensas han logrado invalidar evidencias digitales debido a errores en los informes periciales:

Caso 1: Error en la identificación de una dirección IP

Un acusado fue vinculado con la descarga de material ilícito basándose únicamente en su dirección IP. La defensa demostró que su red Wi-Fi no estaba protegida y que otros dispositivos ajenos pudieron haber accedido a ella.

Resultado: La prueba fue descartada por falta de certeza en la atribución del delito.

Caso 2: Manipulación de archivos digitales sin control forense

En un caso de fraude informático, los informes periciales mostraban correos electrónicos que supuestamente incriminaban al acusado. Sin embargo, la defensa demostró que los metadatos de los archivos habían sido modificados sin registrar la alteración en la cadena de custodia.

Resultado: La evidencia digital fue declarada no válida.

Caso 3: Uso de herramientas de análisis no certificadas

Una acusación por acceso no autorizado a un sistema informático se basaba en un informe que utilizaba software de procedencia desconocida. La defensa cuestionó la fiabilidad de la herramienta y demostró que no cumplía con estándares de validación reconocidos.

Resultado: El tribunal desestimó el informe pericial por falta de rigor técnico.

Conclusión

Las pruebas digitales en procesos penales son fundamentales, pero su validez depende del correcto tratamiento y análisis. Los abogados deben estar preparados para impugnar informes con errores, utilizando estrategias técnicas que pongan en duda la fiabilidad de la evidencia.

Contar con un perito ingeniero en informática especializado puede marcar la diferencia en un juicio penal, asegurando que las pruebas digitales sean analizadas con el rigor que exige la justicia. Si enfrentas un caso donde la evidencia digital es determinante, un peritaje técnico independiente puede ser la clave para desmontar acusaciones infundadas.

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